Reflexiones post “Avatar”

avatar_masquecineAl salir del cine me di cuenta de que mis pies andaban igual, que mis pulmones respiraban como siempre, que mis cansados ojos veían como habían visto hasta la fecha. “Avatar” no había cambiado mi vida. Una cualidad que pocas películas poseen, solían decirlo de los trabajos de Frank Capra. Supongo que esos tiempos pasaron, pero tenía curiosidad por ver en qué se habían gastado 300 millones, igual motivo para ver los partidos del Real Madrid.

Tanto James Cameron como Florentino Pérez parecen tipos eficientes y de confianza para ponerles ese dineral en las manos. Cameron no ha defraudado, el otro está por ver. “Avatar” es la primera producción de Hollywood que apuesta fuerte por el 3D, como argumento para volver a llevar al pueblo a las salas de cine. Un gran acierto. El proyecto ha sido un parto largo, que se presupone doloroso, pero el resultado es lindo.

Pandora, el planeta en el que se desarrolla la película, es un mundo espectacular, genialmente soñado y plasmado en pantalla con todo lujo de detalles. La apuesta por el trasfondo medioambiental parece otro acierto en los tiempos que corren, pero sin duda lo más sorprendente es que la historia, de casi tres horas, no chirría. Sencilla, bien explicada, algo tópica, pero sin demasiados clichés. Espectáculo cien por cien, el cine como entretenimiento, recuperando sus orígenes.

No esperen más. Andarán, respirarán y verán como siempre lo hicieron, pero lo habrán pasado bien. Se habrán evadido por unas horas de la Tierra y habrán visitado los mundos que la imaginación puede crear, “Avatar” es una novela, y el cine recrear. La tecnología como herramienta para dibujar las cosas que soñamos. Eso es el cine tradicional, quizá no el que cuenta mejores historias, pero sin duda el más analgésico.

¿Habrá un antes y un después de “Avatar”?

Probablemente. La recaudación tras el primer fin de semana ha sido un éxito, 245 millones de dólares en todo el mundo en sus primeros tres días (7, 3 millones en España, de los que 3,5 han venido del los cines 3D). Una cifra que compensa la inversión del proyecto, y que animará a otros aventureros a embarcarse en la tercera dimensión. Será la primera piedra del nuevo Hollywood. Un reclamo contra Internet y la piratería. ¿Es para tanto el 3D? Más allá de la novedad, tampoco es que aporte demasiado; un modo distinto de disfrutar del cine épico, de aventuras, visual, pero que se antoja inútil en otro tipo de películas.

La sangría en las salas de cine ha sido importante, pocos cines resultan rentables, las películas duran poco en cartelera, se apuesta sobre seguro en la selección de créditos, algo había que hacer. En los últimos años se ha incrementado el tamaño de las pantallas, de las butacas, de los refrescos, se había mejorado la calidad de la proyección y todos los materiales que la rodean. Había qué hacer algo, algo completamente diferente, atractivo, rodeado de una campaña de marketing multimillonaria, ese algo es “Avatar”. El Imax falló, ninguna gran productora ha apostado por ese formado más allá de documentales más o menos interesantes. Se esperaba una revolución y el encargado de liderarla ha sido James Cameron. Pero como decía, es una revolución en voz alta, muy sonora y realizada a bombo y platillo, pero que me cuesta creer que se asiente en las vidas de la gente.

En la cola del cine había dos chicas comprando entradas para “Avatar”. La taquillera las preguntó si preferían ver la película en 3D. Las chicas no parecían saber que la entrada costaba dos euros más. Dijeron que no, entre ellas decían, “mucho mejor en 2D, como siempre”. La novedad no siempre cautiva a todos, “Avatar” probablemente tampoco lo haga, pero es un paso en una nueva dirección.

ALFONSO CARDENAL

Síguenos en Facebook!

Si te ha gustado este post, ¡compártelo!
Comparte

Leave a comment

Your email address will not be published.