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Take Shelter (Jeff Nichols, 2011)

La segunda película del director norteamericano Jeff Nichols hace suya las aparentes virtudes del cine independiente (valentía y frescura) para ofrecer al espectador un relato consistente en la forma y eficaz en su contenido. Se trata de un filme de género en el más estricto sentido de la palabra (drama psicológico) y en el que para empezar a hablar hay que poner dos nombres encima de la mesa, los de sus protagonistas, Michael Shannon y Jessica Chastain. El primero de ellos compone con rigor un personaje de apariencia y fondo complicados (padece un trastorno de alucinaciones apocalípticas) mientras que Chastain crea con maestría a su vital y emocional compañera. Shannon lleva varios años demostrando su valía en este oficio con papeles de tipos desequilibrados en películas como Revolutionary Road o en la serie Boardwalk Empire. En Take Shelter está impecable. Sus alucinaciones le llevan a construir un refugio antinuclear en su casa y a aislarse de su familia y del mundo exterior.

Chastain es la encargada de dar vida a una mujer que lucha por comprender qué le pasa a su marido. Si en El árbol de la vida de Terrence Malick estaba sencillamente maravillosa y en La deuda ponía en bandeja un personaje bombón a Hellen Miren, en la cinta de Nichols su trabajo es perfecto. El talento de estos dos grandes actores se completa con varios buenos secundarios, un guión solvente con dos clímax acertados (y antagónicos) y posiblemente un final previsible aunque no por ello desacertado. También es conveniente aclarar que a pesar de ser una película de ritmo pausado, el guión avanza firme e inquieta como la enfermedad que padece el protagonista. Otra cuestión a tener en cuenta es que las inclinaciones apocalípticas que aparecen en la mente de Shannon están rodadas con solvencia. Al no contar con un presupuesto elevado es evidente que los efectos especiales no son lo mejor de la película pero en ningún momento consiguen desplazarte del sentido de la historia. En definitiva, es una buena película sobre el miedo y la paranoia, con toques de drama familiar que ejemplifica que cierto cine independiente puede aspirar a moverse por otros senderos sin perder su esencia. Funcionará por el boca-oído y deja a directores habituales del género como Shyamalan (y a sus millones de dólares) a la altura del betún.

Take Shelter se estrena en España el 4 de abril de la mano de Avalon.

RUBÉN BRUÑA

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