Amanece en Carolina del Sur y Cary Ann Hearst y  Michael Trent comienzan su rutina diaria. Él luce camisa de cuadros y gorra. Ella, una camisa vaquera y un pañuelo rojo anudado a la cabeza, el mismo que lleva su perro. Le dan de comer, recogen los huevos que han puesto las gallinas y hacen el desayuno para comenzar el día en John Island, un encantador lugar cerca de Charleston. Una vez limpia y cargada su ranchera, cogen al perro y sus instrumentos, y se tiran a la carretera como Shovels and Rope, un proyecto musical que decidieron crear en 2010, tras años de ejercer en solitario o con otros músicos.

Su primer álbum como formación, O’ Be Joyful (2012), es un pedazo de disco que suena a bluegrass, rock, country, americana. Aunque mucho antes ya habían cruzado sus caminos, primero sentimentales, después artísticos. Hearst tenía una banda: Cary Ann and the Gun Street Girls (igual que el tema de Tom Waits del inmenso disco Rain Dogs) y tuvo un flechazo a lo groupie con Trent y su banda The Films, “una banda glamourosa con un aire cowboy, con reminiscencias de Elvis Costello y los Kinks, al más puro estilo europeo, pero completamente del lejano oeste” - comenta Hearst para el Huffington Post. Y así fue como fueron quedando para grabar cosas juntos (una manera de flirtear como otra cualquiera), culminando en un disco en el que figuraban ellos dos como músicos, y que llamarían Shovels and Rope. Poco después decidirían casarse y casar también sus caminos artísticos, pariendo ese gran O’ Be Joyful y criándolo por las carreteras a lo ancho y largo del país.

Y mientras, un grupo de cineastas llamado Moving Picture Boys están contando su historia y captando con mimo los momentos más dulces de sus grabaciones y giras, en lo que será The Ballad of Shovels and Rope, un documental que desearíamos ver pronto, al igual que una gira europea que se hiciera una paradita por el sur.

VANESSA PASCUAL

Video Oficial Birmingham -

Trailer de The Ballad of Shovels and Rope –

Video Oficial del tema “Hell’s Bells”, que hizo rozar la fama a Hearst, gracias a la serie True Blood –