No hace mucho que oí hablar de Patricio B por primera vez y, si hay algo que me costó de esta ‘nueva investigación’, fue llegar a diferenciar entre Patricio P y Pablo B, y asumir que la concordancia o coincidencia fonética no es condición necesarias, ni suficiente, y aceptar que Patricio B era la opción acertada. Y si en el medio está la virtud y en la variedad está el gusto, de eso, que es lo importante, sí que no le falta a este músico vasco afincado en Madrid.
Después de varias escuchas, leves y ligeras, he de reconocer, de El Beso, su primer largo publicado en 2010, me zambullí de lleno en Jijí, Jajá, su segundo disco (o su segundo-primera parte, para ser más exactos), y fue aquí cuando encontré el consuelo y la inspiración necesaria para esbozar un boceto de Patricio, ahora sí, B. Sería algo así como un cantautor moderno, de guitarra y piano que usa sonidos electrónicos y efectos en el acabado final, además de una especie de MC romántico con sentido y sensibilidad. Descripción con la que, al parecer, se siente cómodo e identificado.
En julio de este año publicó Jijí, Jajá, un disco compuesto por cinco temas autónomos en forma y contenido, de corte pop con arreglos y efectos, y que supone la primera parte de lo que él mismo ha acordado en llamar ‘un disco en dos actos’, de los que avanza que las canciones que componen cada acto son de naturaleza muy distinta y existe una clara evolución entre el primer acto y el segundo a la hora de la escribirlas; la primera parte es un desquite y la segunda es una pista de hacia donde quiero ir en el futuro. Este segundo acto saldrá en enero de 2013 bajo el título de Tralarí, Tralará.
Aunque visto lo visto, llamarlo ‘comedia en dos actos’ no parece del todo descabellado, no se dejen llevar por la estética de una colorida y extrañamente llamativa, ni caigan en la sugestión de una temática burlona en las canciones, porque, nada más lejos de la realidad, no le di tantas vueltas, puse ese título y escogí esa caratula por impulso, simplemente me gustan mucho.
Si bien Patricio B avanza cambios en su segundo acto con respecto al primero, la diferencia entre El Beso y Jijí Jajá es un hecho, en el que la el carácter de los últimos temas denota un estilo mucho más personal, así como un paso de ‘lo explicito’ a ‘lo implícito’ tanto en las letras, que ahora requieren algo más que una escucha ligera, como las melodía, mucho más elaboradas. Jijí, Jajá hay que escucharlo, no es música de fondo, o por lo menos no es mi intención.
El proceso creación creativa continúa siendo el mismo, eso sí, nada empírico, un maravilloso caos entre impulso- oficio- robo que acaba en canción al final. Y las influencias musicales, tampoco parecen ser algo definitorio en este cambio, escucho absolutamente de todo, últimamente mucho R&B, Rap y autores rusos clásicos. Tengo muchas influencias no sabría decir una. Supongo que la mayor influencia que tengo soy yo mismo. Así que, como él dice, detrás de este cambio no hay más que una evolución interna de los conceptos de: música, canción, éxito y público.
En estos tiempos de hastío, frío y hostilidad para los artistas, si hay un sitio donde Patricio B encuentra cobijo es en el apoyo y comprensión entre ‘semejantes’, adoptando un símil marinero, uno va sólo en tu barco por alta mar y de repente te cruzas y paras a tomar algo con otros camaradas de otros barcos en alta mar rumbo a quién sabe dónde, para hacer referencia a sus colegas de Libertad 8.
A partir de 2013 se dejará caer de nuevo por éste y otros escenarios presentando Jijí, Jajá y Tralaí, Tralará, y adelanta, además, la voluntad de dar un salto cualitativo musicalmente en directo. Pienso en una big band y dejar la guitarra. Quiero un micro en la mano y un escenario.
Patricio B. “JijiJaja” from Juan CD on Vimeo.
SARA SÁNCHEZ
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