Si cualquier excusa es buena, siempre que de la dicha seas dueña, hoy quiero aprovecharme de tal fecha señalada y celebrar, emborrachándome de sus medicinas y mis pensamientos ya que por circunstancias del momento de otro modo no puedo, y dedicarle unas líneas al Libro, que, aunque jamás llamaré amor verdadero, le reconozco compañía elegida y consuelo placentero.

El camino del corazón es complejo y no es apto para cardíacos: 31 canciones por pulsación, más de mil y un rasguños intentando subir los peldaños para llegar a la arista mayor de una escarpada Pentagonía de caracol. Pobre de aquel que, temeroso de meterse en la cama con la hija del Caníbal prefiera refugiarse en las faldas de una Lolita. Error fatal el suyo, y el mío, pensarme colegiala a los 25 y descubrirse lobo estepario al segundo tiento (maldita sea, deje que haya un tercer encuentro!) Pruebe a borrar de su frente el estigma con que pretende conquistar Demian a su Fraü Eva porque si bien no consigue camuflar las arrugas, evidencia en sí un centenar de mentiras. Vuelva usted mañana, quizá entonces encuentre de nuevo a la gata sobre el tejado de zinc, haciendo las filigranas y acrobacias que acostumbra. No se les llame malditas, son sólo Siniestras amadas, dulces y delicadas, que con frecuencia torpes y descuidadas, caen presas de su propia Pro-vocación. Y si llegado a este punto no ha entendido nada, quiere decir que acaba de reducir mis más de 100 verdades un puñado de delirios banales… ¡Basta de oportunidades! Carretera y manta por Revolutionary Road, y que los secretos del Zodiaco le acompañen a pasar una noche en Amalfi.

Dicho esto, Feliz Día del Libro a tod@s!

SARA SÁNCHEZ